Preparamos la crema de yema.
En un cazo echamos el agua y el azúcar y lo dejamos cocer
aproximadamente unos 8-10 minutos
Separamos las claras de las yemas y vamos echando éstas en
un cuenco, añadimos la maizena y revolvemos bien.
Cuando tengamos el almíbar lo apartamos del fuego y con
mucho cuidado vamos añadiendo las yemas, tiene que caer solamente un hilo
de yema y revolveremos sin parar con una varillas manuales. Cuando hayamos
incorporado todas las yemas ponemos de
nuevo el cazo al fuego hasta que espese. La apartamos del fuego y la tapamos.
Dejamos que enfríe.
Cuando lo tengamos todo listo empezamos a preparar los
pasteles.
Con un cuchillo cortamos un trozo del mazapán, lo colocamos
sobre la mesa de trabajo y con un rodillo lo extendemos aproximadamente del
grosor de medio centímetro aproximadamente. Cortamos un círculo con ayuda de un
cortapastas. Lo colocamos sobre el molde dándole profundidad.
Lo cubrimos con la crema de yema.
Volvemos a cortar otro círculo, lo colocamos encima.
Igualmente se puede hacer con las manos, aprovechando el
hueco de la palma.
Cuando las tengamos todas encendemos el horno a 180º en
posición arriba y abajo. Una vez caliente colocamos los pasteles sobre la
bandeja del horno que habremos cubierto con papel vegetal y dejamos que se
hagan no más de 5 minutos, solo queremos que cojan un poco de color, así que
para ello colocaremos la bandeja en una posición más bien alta.
Los sacamos del horno y dejamos que enfríen completamente.
Una vez fríos los espolvoreamos con abundante azúcar glas.
1 comentario:
Los he probado?
Saludos.
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