Ingredientes:
1 lámina de hojaldre
rectangular o cuadrada
1 morcilla de Burgos
125 gramos de cebolla caramelizada
75 gramos de queso de
cabra
1 puñado de nueces
peladas
1 huevo
Semillas de sésamo
negro y blanco (opcional)
Elaboración:
Lo primero que vamos a
hacer es cocinar la morcilla. Lo haremos en el microondas, que es súper
sencillo y rápido. Para ello, quitamos los extremos a la morcilla y después la
cortamos en rodajas de unos tres dedos de grosor. Colocamos un par de hojas de
papel de cocina sobre un plato llano, repartimos encima los trozos de morcilla
y ponemos sobre ésta otros dos trozos más de papel de cocina. Cocinamos en el
microondas a máxima potencia durante 2 minutos y medio. Pasado ese tiempo, la
morcilla estará perfecta. Dejamos que se enfríe durante 10 minutos.
A continuación,
quitamos la piel a la morcilla y vamos a colocar la carne interior en un bol
amplio. La chafamos un poco con ayuda de un tenedor e incorporamos la cebolla
caramelizada, el queso de cabra desmenuzado con las manos y las nueces
picaditas. Mezclamos todo.
Desplegamos el hojaldre
y vamos a dividirlo mentalmente a lo largo en tres trozos iguales. En la parte
central colocaremos el relleno, y los extremos cortaremos tiras perpendiculares
de un centímetro de grosor aproximadamente. A la hora de poner el relleno, es
importante dejar libre un centímetro o centímetro y medio en los extremos
superior e interior para poder sellar bien el hojaldre.
Después, vamos a ir
plegando las tiras perpendiculares sobre el relleno, superponiendo ligeramente
unas sobre otras, hasta cerrar completamente la trenza. Sellamos bien los extremos.
Batimos el huevo y con
ayuda de una brocha de cocina pincelaremos la parte superior del hojaldre.
Después, de manera opcional espolvoreamos semillas de sésamo por encima.
Metemos en el horno a 180º (precalentado) y horneamos unos 18-20 minutos, hasta
que el hojaldre esté doradito.
Ingredientes
para la cebolla caramelizada:
Una cebolla grande (o 2
pequeñas)
2 cucharadas (25
gramos) de azúcar moreno
Una cucharadita de
salsa de soja (opcional)
Sal
Aceite
Cortamos la cebolla en
juliana fina, es decir, en láminas finitas. Ponemos la cebolla en un recipiente
apto para microondas, tratando de separar con las manos bien todas las láminas
para que todos los trozos de cebolla queden separados. Añadimos sal al gusto y
dos cucharadas de aceite de oliva. Movemos todo muy bien con una cuchara,
colocamos la tapa del microondas y cocinamos 4 minutos a máxima potencia.
Pasado ese tiempo,
sacamos del micro y movemos un poco. La cebolla habrá reducido el volumen.
Añadimos la salsa de soja y dos
cucharadas de azúcar moreno. Movemos bien para integrar todo, volvemos a
colocar la tapa y cocinamos otros 4 minutos a máxima potencia.
Sacamos con cuidado del
microondas para no quemarnos y movemos todos bien. Veremos que la cebolla ya
está bien cocinada y blandita. Metemos el bol al microondas 4 minutos más, de
nuevo a máxima potencia, esta vez sin la tapa, para que el líquido se evapore un
poco y la cebolla termine de caramelizarse y cocinarse.